La movilidad es tendencia. Son muchas las voces de consumidores que demandan avances en un ámbito clave para el desarrollo de las ciudades, y todos los progresos realizados en pro de la movilidad son recibidos con los brazos abiertos por una sociedad cada vez más concienciada de sus ventajas.
Uno de los hitos más esperados y significativos vendrá de la mano de la EMT (Empresa Municipal de Transportes de Madrid), que ya ha anunciado que para verano del 2019 lanzará la implantación de la tecnología necesaria para permitir a los usuarios pagar con tarjeta de crédito los viajes que realicen en las 212 líneas de buses urbanos de la capital.
Además, antes de acabar el año, la posibilidad de pagar telemáticamente se implantará también en otros servicios de la EMT como Bicimad, el Teleférico o los aparcamientos municipales. Una iniciativa que, de prosperar en nuestro país, revolucionaría el acceso y la forma de consumir este tipo de servicios, ya que no solo se permitiría realizar la transacción con una tarjeta de crédito, sino también mediante el móvil.
Otro ejemplo de una implementación exitosa de este tipo de formas de pago en el transporte público lo protagoniza el servicio de Transportes Urbanos de Santander (TUS), donde, desde finales del año pasado, ya es posible adquirir un billete mediante tarjetas bancarias con tecnología “contactless” y dispositivos electrónicos con tarjeta incorporada en los trayectos de autobús de las líneas Central y 1.
A nivel internacional, cuando la ciudad tuvo que organizar estratégicamente la movilidad de cara a los Juegos Olímpicos celebrados en 2012, se hizo posible pagar el transporte público con una tarjeta bancaria, habiendo además diversas tarifas para facilitar la transacción en función del grupo de edad, zonas disponibles…
En Chicago, Estados Unidos, existe también la opción “Ventra” que permite a los clientes pagar viajes en tren con una tarjeta bancaria que también puede utilizarse para realizar compras diarias. A través de este servicio, los clientes pueden manejar con facilidad sus cuentas en línea y seleccionar entre varios métodos diferentes de pago “contactless”.
Sin duda, la aplicación de la tecnología “contactless” en el trasporte público es toda una revolución al alza que favorece la velocidad y eficiencia en los pagos, la cual, si experimenta una buena acogida entre los consumidores, se expandirá por el resto de las regiones de nuestro país. Estaremos muy atentos a su evolución.
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