Cuando vemos el prefijo “Smart” unido a cualquier término, podemos hacernos una idea de que lo que viene a continuación va a girar en torno a la innovación, a la tecnología o a la digitalización, pero siempre desde una óptica “inteligente” o autónoma.
Si hablamos de smartphones, nos vendrán a la mente aplicaciones táctiles, videoconferencias, conectividad casi instantánea; si adquirimos un smartwatch, sabemos que nuestras pulsaciones quedarán registradas, así como nuestros pasos y nuestra actividad cardiovascular, que nos ayudará a entender mejor cómo responde nuestro cuerpo ante el ejercicio, el estrés…
Pero ¿y el concepto “Smart city”? ¿Qué es lo que nos sugiere cuando lo escuchamos en una conversación u oímos cómo lo utiliza en una tertulia televisiva algún entendido en materia de sostenibilidad urbana? Más de uno pensará en la ciudad del mañana, edificios sostenibles, coches 100% eléctricos circulando por las calles, incluso gestión más eficiente de los servicios de la administración pública… Sin duda una realidad cada vez más cercana.
En la actualidad, en Europa existen 78 ciudades reconocidas como “Smart cities”, enmarcadas en la iniciativa, promovida en 2012, conocida como la Alianza Europea para la Innovación de las Ciudades y Comunidades Inteligentes (EIP SCC). El objetivo es alcanzar las 300 urbes inteligentes este 2019.
A nivel de España, existen muchas iniciativas para incentivar la conversión o transformación de las ciudades de nuestro país en Smart cities, entre las cuales está RECI (Red española de ciudades inteligentes) o DTI (Destinos Turístucos Inteligentes). se puede destacar más específicamente el reciente Proyecto “Destinos Turísticos Inteligentes” (DTI), mediante el cual Red.es ha aprobado una partida presupuestaria de un total de 42,5 millones (el 62%), gracias a la cofinanciación del FEDER a través del Programa Operativo Plurirregional de España (POPE), para financiar 24 proyectos en ciudades o provincias españolas adscritas a la red DTI, de la que ya forman parte unos 62 destinos. Las entidades locales se harían cargo de entre un 20% y un 40% del coste total estimado de cada iniciativa.
Las regiones involucradas en dicho proyecto para generar un modelo de destino turístico inteligente son Andalucía, con una dotación de más de seis millones de euros; Aragón con casi medio millón de euros; Canarias con una partida de cerca de trece millones de euros; Cataluña, con un presupuesto de más de seis millones de euros; Comunidad Valenciana, con doce millones de euros, Extremadura, con más de tres millones y medio de euros; Galicia, con una dotación de más de nueve millones de euros; Islas Baleares, con diez millones de euros de presupuesto, y el País Vasco, que recibirá un total de seis millones de euros.
Sin duda vamos por la senda adecuada hacia la transformación de ciudades en Smart cities que sirvan para hacer la vida más fácil al consumidor, impulsar el turismo o implementar avances tecnológicos en edificios y áreas públicas. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer para hablar de una “España Inteligente” en temas de conectividad y vanguardia tecnológica en todo el territorio, como bien subraya la Federación española de municipios y provincias (FEMP) cuando denuncia la brecha digital existente en el territorio.
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