En España estamos habituados a preguntar, en comercios o a la hora de realizar cualquier tipo de transacción, si aceptan algún tipo de pago electrónico, normalmente tarjeta. Nuestra pregunta indica, en primer lugar, las carencias relativas a la capacidad del consumidor para poder elegir cómo pagar y, en segundo lugar, las limitaciones que existen por parte de los diferentes servicios, establecimientos, etc. sobre si se admite tarjeta o, incluso, la posibilidad de pago con el móvil.
Al hilo de lo anterior, el pasado mes de diciembre tuvo lugar el debate sobre la transposición de la Directiva de Servicios de Pago en España. Al igual que otras normativas durante los últimos meses, fue aprobada por el Consejo de Ministros a través de un Real Decreto-ley que aglutinaba otras medidas junto con la relativa a los servicios de pago.
La normativa, como otras muchas que se aplican en territorio español en nuestro día a día, viene de las instituciones europeas. En este caso, su proceso para adaptarla a la regulación española -conocido como transposición-, había sido iniciado en mayo de 2018 por el anterior Gobierno y llegaba al Congreso en diciembre con una iniciativa diferente, elaborada por el actual Gobierno.
En la primera propuesta para adaptar la normativa europea, se incluyó una medida que garantizaba a los consumidores la posibilidad de pagar con métodos alternativos al efectivo, a partir de 30€. La iniciativa, que beneficiaba al consumidor otorgándole libertad para poder elegir el método de pago de su elección, sin que sus opciones quedasen limitadas exclusivamente al efectivo, fue eliminada posteriormente en su aprobación mediante Real Decreto-ley en noviembre.
Tal y como expuso ADICAE en los resultados de su encuesta, el 86%
de los consumidores españoles utilizan dinero en efectivo a la hora de realizar
transacciones en su día a día. El liderazgo del efectivo contrasta con el
contexto en el que se aprueba y transpone la la Directiva de Servicios de Pago,
normativa que supone la llegada de nuevas formas y medios de pago. La retirada
de la medida de los 30€ supone, por tanto, una oportunidad perdida para los
consumidores españoles, que veían de esta forma incrementadas sus opciones, así
como las facilidades que pudieran tener a la hora de escoger libremente el
desembolso de sus pagos.
3 Comments
Hasta cuàndo este engaño? Hasta cuándo la falta de informacion donde estan los medios informativos?menuda mierda de pais!
[…] lo anterior, la Unión Europea ha dado pasos importantes en esta dirección, a través de la nueva Directiva de Servicios de Pago y de una autenticación de los clientes más fuerte y mejor. Estos cambios significan un paso hacia […]
[…] creemos que medidas como la Directiva de Servicios de Pago tratan de mejorar la situación, en la práctica es muy difícil probar que se cumplan. De hecho, […]