Los pagos internacionales y su impacto en el consumidor (II)

Tal y como publicamos en nuestra anterior reseña sobre los pagos internacionales, el año pasado se produjo un importante debate, con la participación de los consumidores, sobre el sistema de Conversión Dinámica de Divisas (dynamic currency conversión o DCC).

En las transacciones transfronterizas cuando se produce un pago internacional en otra moneda, en divisas distintas al euro, se producen una serie de costes asociados a esa conversión de divisas. Tal y como expusimos, esta conversión es un servicio que permite al consumidor extranjero pagar en su divisa de origen y, además, saber lo que se le va a cargar en su extracto.

Cuando la Comisión Europea anunció que revisaría las diferentes prácticas en lo relativo a la Conversión de Divisas, antes de tratar el asunto, consultó con los consumidores la mejor forma de aproximación a la temática.

Como asociación defendemos la transparencia a la hora de los pagos, ya que el conocimiento general de los consumidores es a menudo limitado y sólo unos pocos, bien informados, conocen los costes relativos a la conversión de divisas cuando pagan con tarjeta, pagos en los que los comerciantes aplican un porcentaje en el precio o sobre el propio bien, sumándose las comisiones adicionales de los bancos ante el cambio de la propia moneda. La situación se complica aún más cuando los comerciantes no dan la opción al consumidor de elegir la moneda con la que pagar y no exponen de forma clara los cargos y ratios de conversión, incluyendo tipos fijos obligatorios, etc.

Aunque creemos que medidas como la Directiva de Servicios de Pago tratan de mejorar la situación, en la práctica es muy difícil probar que se cumplan. De hecho, hay pruebas de que a los consumidores se les conduce a opciones más costosas en el propio punto de venta o cuando utilizan un cajero automático y, en algunos casos, incluso obligados a tomar esas opciones.

Por ello, desde ADICAE planteamos algunas recomendaciones beneficiosas para el consumidor como:

• Que la opción para el consumidor de desactivar los servicios de conversión dinámica de divisas con la entidad emisora de la tarjeta, podría facilitar la transparencia en lo que respecta al propio proceso de conversión.
• Necesidad de existencia de compromisos por parte de los encargados de proveer el servicio, los comerciantes y el resto de actores que sirva para demostrar que se cumple con los deberes de información establecidos en la normativa, especialmente en lo relativo a los gastos. Para llevar a cabo esta iniciativa, recomendamos desarrollar o algún tipo de código de conducta que vincule a las partes o un certificado que sirva de garantía a los consumidores.
• Precio de venta mostrado tanto en la moneda local del país en el que se produce la compra o en el que está disponible, como el precio de venta mostrado con la conversión dinámica de divisas.

Con todo, las medidas mencionadas y con nuevas propuestas, ADICAE continúa su trabajo en cualquier propuesta de transparencia que ayude y facilite el día a día del consumidor.